March 2, 2022 / 2 de Marzo, 2022

{tab English}

Ash Wednesday - Even now, says the Lord, return to me...

 We have a tendency, myself included, to look at Lent the same way we look at New Years resolutions - Now is the time when I have to get my act together. Ive promised myself that Im going to do these things that I know are good for me that Ive been putting off.We treat our Lenten practices like we do a diet or an exercise program - an exercise of self-improvement and a test of our will or resolve. Im going to do without this or that or add this to my routine and see what difference it makes.Were hoping to have a good afterpicture for others to see the difference. You look good! Have you lost weight?We want to feel good and to feel good about ourselves. But this is not what Lent is about. Our Lenten practices may have some of those good side effects, but that cannot be our focus or intention or we have totally missed the point about Lent.

Lent is about our relationship with God. Lent is a time of conversion, i.e., turning to the Lord. Return to me with your whole heart,says the Lord. The traditional Lenten practices of prayer, fasting, and almsgiving are meant to help us turn to the Lord. They are meant to open our hearts more and more to Gods presence and his grace. It is not these actions that heal us or fix our lives but Gods grace. He is the one who makes us clean. These practices are meant to make spacefor God to work in our lives. They are not to make us feel good about ourselves but to make us more aware of our need for God and more focussed on God. Jesus makes this point emphatically in his teaching to the disciples. Our practices are not for others to see but are for God. If our practices are not geared to strengthening our relationship with God, then they are just about an earthly reward - the praise of others. Lets ask ourselves regarding our plan for Lent, How is this helping me turn to the Lord? How is it helping my relationship with God? E.g., Just dont cut out certain things just to cut them out, but doing without something has to have a purpose that opens things up for God. E.g., cut out TV or Internet or video games and use that time instead to pray - read the Bible, meditate on the readings for Mass, or read a spiritual book. We shouldnt just add things to add them, but am I though doing this conversing with God - turning to God? St. Paul tells the Corinthians, We implore yoube reconciled to God.If God is not our focus, then we receive the grace of God in vain. Going to confession should be a priority for all of us this Lent. Confession is a conversation with God - when we come to God not with our strength but in our helplessness and need and let him in - let him act. In the sacrament of reconciliation, the Lord cleanses our heart. Confession is something done in secret- between you and God. It is where God sees what is hidden. The Lord is gracious and merciful, slow to anger, and rich in kindness.May we discover anew our relationship with God this Lent. May the illusion of our ability to save ourselves be punctured so we may receive the reward that the Lord promises and so much wants to give us.

 

 

{tab Spanish}

 

 
Miércoles de Ceniza - Ahora mismo, dice el Señor, volved a mí...

Mis queridos hermanos en Cristo. Tenemos una tendencia, incluido yo mismo, a ver la Cuaresma de la misma manera que vemos las resoluciones de Año Nuevo: Ahora es el momento en que tengo que ponerme en orden. Me prometí a mí mismo que voy a hacer estas cosas que sé que son buenas para mí y que he estado postergando. Tratamos nuestras prácticas de Cuaresma como lo hacemos con una dieta o un programa de ejercicios: un ejercicio de superación personal y una prueba de nuestra voluntad o resolución. Voy a prescindir de esto o aquello o agregar esto a mi rutina y ver qué diferencia hace. Esperamos tener una buena imagen del "después" para que otros vean la diferencia. "¡Te ves bien! ¿Has perdido peso?" Queremos sentirnos bien y sentirnos bien con nosotros mismos. Pero esto no es de lo que se trata la Cuaresma. Nuestras prácticas de Cuaresma pueden tener algunos de esos buenos efectos secundarios, pero ese no puede ser nuestro enfoque o intención o hemos perdido totalmente el punto sobre la Cuaresma.

La Cuaresma se trata de nuestra relación con Dios. La Cuaresma es un tiempo de conversión, es decir, de volverse al Señor. Vuélvanse a mí de todo corazón, dice el Señor. Las prácticas tradicionales de Cuaresma de oración, ayuno y limosna están destinadas a ayudarnos a volvernos al Señor. Están destinados a abrir nuestros corazones cada vez más a la presencia de Dios y su gracia. No son estas acciones las que nos sanan o arreglan nuestras vidas, sino la gracia de Dios. Él es quien nos limpia. Estas prácticas están destinadas a hacer espaciopara que Dios obre en nuestras vidas. No son para hacernos sentir bien con nosotros mismos, sino para hacernos más conscientes de nuestra necesidad de Dios y más enfocados en Dios. Jesús hace hincapié en este punto en su enseñanza a los discípulos. Nuestras prácticas no son para que otros las vean sino para Dios. Si nuestras prácticas no están orientadas a fortalecer nuestra relación con Dios, entonces son solo una recompensa terrenal: la alabanza de los demás. Preguntémonos con respecto a nuestro plan para la Cuaresma: “¿Cómo me ayuda esto a volverme al Señor? ¿Cómo está ayudando mi relación con Dios? Por ejemplo, simplemente no elimine ciertas cosas solo para eliminarlas, sino que prescindir de algo tiene que tener un propósito que abra las cosas para Dios. Por ejemplo, corte la televisión, Internet o los videojuegos y use ese tiempo para orar: lea la Biblia, medite en las lecturas de la misa o lea un libro espiritual. No deberíamos simplemente agregar cosas para agregarlas, pero ¿estoy pensando en hacer esto conversando con Dios, volviéndome a Dios? San Pablo les dice a los corintios: Les pedimos que se reconcilien con Dios. Si Dios no es nuestro enfoque, entonces estamos echando su gracia en saco roto. La confesión - el sacramento de reconciliación debe ser una prioridad para todos nosotros en esta  Cuaresma. La confesión es una conversación con Dios: cuando nos acercamos a Dios no con nuestras fuerzas, sino con nuestra impotencia y necesidad, y lo dejamos entrar, lo dejamos actuar. En el sacramento de la reconciliación, el Señor limpia nuestro corazón. La confesión es algo que se hace en secreto, entre tú y Dios. Es donde Dios ve lo que está escondido. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en clemencia, y se conmueve ante la desgracia. Que podamos descubrir de nuevo nuestra relación con Dios en esta Cuaresma. Que se pinche la ilusión de nuestra capacidad de salvarnos para que recibamos la recompensa que el Señor promete y tanto quiere darnos. ¡Que Dios los bendiga!

 

{/tabs}